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Categoría: Corazon

  • + Todo a su debido tiempo [Parte IX]

    Nuestras miradas chocan de una manera muy intensa, logro ver que sus ojos son color celestes, lo denomino mas color cielo. Aunque son de esos ojos que depende el tiempo, cambian a un color más oscuro o más claro. Es una mirada muy profunda, con una mezcla de preocupación. En ese instante que ambos sostenemos la mirada, pareciera como que todo nuestro alrededor empieza a disolverse y estamos solo EL Y YO. A una distancia infima, pero que no nos impide acercarnos. Logro ver por completo a aquel hombre que entro al bar entre muchos ruidos. Es alto, delgado, de cabello oscuro -con algunas canas-. Su vestimenta es muy clásica, unos jeans con una camisa blanca y zapatos negros. Su sonrisa es bastante particular pero la profundidad de su mirada, es lo que en este momento me hace perderme. 

    Caigo un instante a tierra, mi mirada estaba clavada en un punto fijo que era la nada misma, aquellas chicas que habia visto revolucionadas ya no estaban, y mucho menos aquel hombre de mirada profunda. Habian desaparecido todos por arte de magia. De golpe, se acercó el mozo con mi pedido. Ubica el capucchino y mi porcion de tiramisú a un costado, junto a un vaso de agua. Le sonrio y el se retira algo tenso.
    Miro mi cuaderno y esta vacio, en ese lapso de «shock» no habia escrito nada, asi que mientras pruebo el tiramisú y el café, no se me ocurre mejor cosa que plasmar el reciente acontecimiento. Que me deja pensando si realmente sucedio, o fue producto de mi imaginacion.

    La verdad, que si fuera la dueña del lugar donde compro tiramisú a veces en buenos aires, no tendria que enviarle mucho a este bar. Estaba muy rico pero me quedo con el de mi ciudad. Termino de apuntar todo lo que paso, y miro mi reloj, ya estaba cayendo la tarde y tenia que volver a casa. Asi que levanto la vista y le hago señas al mozo que me traiga la cuenta. El mozo a lo lejos asiste con su cabeza mientras yo busco la billetera en el bolso.

    Cuando llega el mozo a mi mesa, lo noto algo nervioso
    -Signorina il consumo è già pagata (Señorita, su consumicion esta abonada)
    Lo miro boquiabierta y le respondo con un italo-español extraño
    -Ma si, non pague niente (Pero, si yo no pague nada)
    El mozo interpreta mis palabras y se acerca un poco más para decirme algo, en un tono mas calmo y algo secreto
    Lo so, qualcuno ha pagato per voi e.. (Lo se, alguien pago por usted y..) 

    Saca la mano izquierda de atrás suyo, cuál mago encontrando el conejo en la galera. Y tiene un ramo de jazmines, con un sobre entre ellas. Sigo anonadada por la situación, sin poder decir una sola palabra. El mozo estira un poco más su brazo, dandome a entender que agarre el ramo. Lo agarro preocupada, el mozo se sonrie y esta por escaparse ante este acto romantico, pero no le pierdo el paso y enseguida reacciono

    Aspetta, mi puoi dire che l’ha lasciata?. Immagino che la persona che ha pagato tutto (Espere, ¿Me podria decir quien dejo esto?. Calculo que la misma persona que pagó todo)
    Mi dispiace, non posso dirti nulla, solo che tutti i pagamenti. Puoi tornare in qualsiasi momento, le porte sono sempre aperte (Disculpe, no puedo informarle nada, solamente que su merienda esta paga. Puede volver cuando quiera, las puertas estan siempre abiertas) -con un tono algo ironico, no me esta echando, pero me cerro la boca de alguna forma-

    Me sonrie y se va. Yo me quedo mirando el ramo de jazmines y aquel sobrecito cerrado, no puedo abandonar este lugar, sin antes, leer lo que hay en la tarjeta. Asi que con tranquilidad, desprendo el sobre y lo abro, saco la tarjetita para leer. –Por lo visto, esta escrita de puño y letra..

    «Espero que no se haya molestado por haberla invitado esta merienda, sin previo aviso y más sin poder compartila juntos. Para compensar este momento tenso, sus flores preferidas»

    Doy vuelta la tarjeta y una ultima frase..
    «Todo a su debido tiempo» T.M

    Mis alma comienza a sentir una nostalgia mezclada con alegria y lo peor de todo es que no comprendo por qué de tal efecto. Guardo la nota en el sobre y la dejo dentro de mi cuaderno que va directo al bolso junto a la billetera -previo de a ver separado la propina para el mozo, aunque no se la merece mucho- Antes de pararme, siento un nuevo escalofrio en todo el cuerpo, me quedo algo hipnotizada, agarro mi bolso, los jazmines y camino directo a la salida, pero antes paso cerca de la barra donde estaba parado el mozo, lo intercepto para preguntarle una ultima cosa..

    Mi dispiace, che era l’uomo che è entrato nei locali qualche tempo fa e rivoluzionato più persone? (Perdón, ¿Quién era el hombre que entro hace un rato al local y revolucionó a varias personas?
    El mozo me mira preocupado, sin entender de quien hablaba
    -Signorina, ma che l’uomo parla (¿De que hombre habla señorita?)
    Noto su desorientacion, y prefiero no continuar
    No, no, mi spiace!. In tavola è il suo consiglio. Sarà un altro momento. 
    (-No, nada, disculpe!. En la mesa esta su propina. Sera hasta otra ocasion.)
    El mozo sonrie y emite sus ultimas palabras
    -Grazie! Avere buon pomeriggio! (Gracias! Que tenga buenas tardes!)

    Le sonrio y me voy rumbo a la puerta, en eso miro el reloj, eran las 18.35, creo que es hora de volver a casa. Trato de caminar con tranquilidad, pero igual, sigo preocupada, observo el rostro de toda la gente que camina en la calle, como buscando una pista de ese hombre del local. Pero ninguno se parece a ÉL. Internamente me pregunto ¿Será real?.. Me preocupo por el grado de ilusión que pueda tener, aunque por lo visto, yo sola vi esa escena en el bar. Ni siquiera el mozo se dio por enterado ¿O se habra hecho el tonto?.. No entiendo tampoco por qué lo rodeaban varias mujeres alocadas ¿Será algun famoso? -de ser asi, no le iba a pedir un autografo, me parece algo muy patetico- pero si lo fuera, tendria que conocerlo, o no, puede ser algun actor de Italia y no conozco a ningun actor italiano, asi que es lo mismo que fuera un desconocido al igual que yo.
    ¡Ay basta!, no puedo estar preguntandome estas cosas a mi misma. Se excede de mi personalidad seria, fría y calculadora..

    Artista: Andy y Lucas
    Canción: Tus Miradas
     




    BLOG | Chica con ojos de ayer – De Florencia Lema
  • + Dime, si soñas con lo que creo yo.. [Parte III]

    [Quede en silencio y mire de cerca el objeto, la señora enseguida capto como mi mirada se quedo perdida en el corazón de piedra rosado. Lanzó una sonrisa y siguió acomodando lo que habia sobre el mostrador. mientras yo, seguia observando de cerca…]

    Agarro con cuidado, contenta de tener eso en mis manos, agarro la pulsera que rodea al corazón que lleva un dije en forma de llave, miro detenidamente a la piedra, tenia como una abertura donde cabia la llavecita esa. Me atrapo por completo, asi que se lo compraré a la mujer, lo ubico en el mostrador y le digo..

    -Scusi, ¿Quanto questa? -Perdon, cuanto cuesta?- (La señora se voltea, y lo mira para recordar su monto)
    -11 Euros!
    -Ok!
    Abro mi cartera y busco mi billetera para pagarlo. La señora amable, se dedicaba a guardarlo con cuidado en una bolsa colorida. Saque la plata y la dejo sobre el mostrador, marca numeritos en su caja registradora, se abre y me da el vuelto acompañado del ticket de compra. Guardo los restos, agarro la bolsita y me retiro contenta del local con un Ciao! a lo lejos.
    Emprendo mi caminata mañanera. Las calles de Italia, tienen un aire especial, hasta la gente que pasa cerca mio, todo me parece familiar, especial. Trato de caminar sin apuro, para poder captar todo lo que esta rodeandome en ese instante. Ya hice varias cuadras desde aquel edificio, intento conseguir un espacio verde para poder descansar un rato, asi que decido doblar en una de las calles proximas donde segun mi GPS hay plaza. La gente parece observarme de una manera particular, se daran cuenta, que soy extranjera y suele incomodar que hayan turistas danto vueltas en la ciudad. Pero intento adaptarme a esa mirada observadora que tienen algunos.
    Ya me queda poco, estoy a una cuadra y visualizo arboles a lo lejos y un gran verde, el GPS no se equivoco, estaba ante una pequeña plaza agradable. Mire mi celular, la hora marcaba 11.08 AM. En un rato, calculo que la gente que esta trabajando elije salir a respirar un poco de aire puro, o almorzar (como lo solemos hacer los Argentinos). Me apuro a cruzar la calle, el semaforo estaba por cambiar a favor de los autos. Parece que la imprudencia a la hora de conducir es un caos en cualquier parte del mundo, casi tenia un auto encima, y apenas el semaforo iluminaba el color amarillo. 
    Recupero un poco el aire, y trato de ver si encontraba algun asiento libre para descansar, por lo visto, la plaza no tiene muchos bancos y la mayoria estaban ocupados. Asi que la mejor idea es, tirarme al pasto. Aprovecho que el dia esta lindo y el sol me da cosquillas en la cara. Me siento y saco de mi cartera mi famoso cuaderno con lapicera, tenia ganas de escribir un poco como iba este día, pero algo se me cruza por la cabeza y recuerdo el corazón que compre, entre tantas cosas logro encontrarlo adentro de la cartera y lo saco para mirarlo un rato. 
    Lo dejo sobre el cuaderno, se veia hermoso. Tiene un brillo especial esa piedra, la pulsera que traia rodeandolo, ya esta puesta en mi muñeca izquierda, se ve linda. Mientras miro atentamente el corazón, comienzo a entrar como en un trance extraño, vienen a mi una secuencia de imagenes o situaciones..
    La primera imagen, no se distingue bien, pero me veo riendome mucho, sonriendo. Diria que completamente feliz.
    Una segunda, caia la tarde, en plena ruta, viajando vaya a saber donde (no veo ningun cartel), estaba acompañada de alguien, pero no alcanzo a verlo. Desde la ventanilla del auto, se veia un paisaje maravilloso.
    La ultima imagen que se me presenta, una casa con un jardǮn enorme, lleno de flores, hay alguien parado en la puerta, como si me estuviera esperando o dandome una sorpresa, llevaba en su mano un ramo de flores.
    Por ultimo, siento que una voz comienza a hablarme, repitiendo: «Dime si soñas, con lo que creo yo»

    Algo hace que me salga de ese estado, y agarro la lapicera sin pensarlo, apunto todo lo que vi, y al escribir la frase que sono en mi. Escribo una contestacion a eso «ES POSIBLE, LO SE!)
    Me quedo quieta y fijo mi mirada al cielo, sonrio.. Con la sensación de agradecimiento, quedo observando las nubes, formando figuras irregulares y analizando ¿Qué son esas 
     imagenes?…

    Artista: Cristian Castro
    Cancion: Dame la llave de tu corazón..

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