Hace bastante, solia decir: «Me cuesta mucho leer un libro». No entendia que era lo que me pasaba, tenia ganas de leer, pero mi vista se cansaba en las primeras hojas y lo cerraba. Asi estuve un tiempo bastante largo. No se qué fue, pero de la noche a la mañana me propuse leer uno y terminarlo. No fue en papel, mas bien lo lei en el celular, era mas comodo y si me desvelaba a la noche, lo podia leer a oscuras en la cama. Fué asi como el libro ESTA NOCHE DIME QUE ME QUIERES, de Federico Moccia me lo lei en una semana -Si, con toda mi paciencia. No tenia el ritmo de lectura que tengo hoy-
La historia me fue llevando y me transporte a muchos lugares sin conocerlos. Es ahí cuando al terminar de leer ese libro, sigo con otro -y justo venia la epoca del boom «50 Sombras de Grey» Me los devore en menos de tres días el primero, en dos dias el segundo y tuve que esperar al tercero. Y de ahí empece a retomar ese habito de lectura, que tan bien le hace al ser humano. Leer me hace llorar, reirme, replantearme cosas. Leer me mima el alma, logrando transportarme a diferentes tiempos, momentos y jugar con mi imaginación. No me lamento por haber estado tanto tiempo sin haber disfrutado de lo placentero que es agarrar un libro y leerlo. Me pone contenta, saber que hoy la lectura forma parte de mi día a día. Que me acompaña a todo momento y puede cambiarme ese día jodido en uno mucho mejor.
Este es mi pequeño homenaje al día del libro. Contar lo que significa hoy para mi un libro. No hay nada que me llene mas de energía que abrir un libro y sentir ese olorcito especial que hay en sus hojas.

