El magnetismo que desprende su ser, me fascina. En el aire flota su escenacia. Cada paso que da, es un paso menos para mi. Me aborda de una manera extraña, como si quisiera todo, pero no se decide por nada. Juega conmigo, sus movimientos son casi estrategicos, sabe cómo y cuándo, en el preciso momento que me encuentro con la guardia baja, su presencia se vuelve perturbadora. Sabe que mis latidos se vuelven irregulares, mi respiración se agita con solo cruzar mi mirada con la suya. Lo disfruta internamente, sonríe porque devora cada sensación que provoca, lo hace poderoso. Es la tempestad, y me arrastra, sin respiro. Un remolino de emociones encontradas.
Su boca prohibida se vuelve humeda, mis labios no reaccionan, solo se separan intentando tomar el coraje necesario para enfrentar los suyos. Nuestros cuerpos son un iman, que se atraen, mi mano firme sostienen su antebrazo, aferrandome a su cuerpo de cualquier forma, buscando esa conexión. Su cuerpo se aquieta, y el mio se llena de calor. Me desprendo lentamente, imaginando que en ese instante, su mano atrapa la mia, pidiendome que me quede alli, junto a él.
Su rostro se tensa, conteniendo el deseo que crece a diario. Sosteniendo aquel papel de hombre inalcanzable, que todo lo tiene. Pero por dentro, se desmorona por juntar sus labios con los mios, devorarlo y disfrutar de ese instante tan preciado.
Marca su territorio, diambulando de un lado al otro, visible para todos, pero especialmente para mi.
Desea encantar al resto, y conmigo no puede. Es todo lo contrario. Parece gozar de su actuar. Yo disfruto de esta partida, que aún no ha terminado, me queda un movimiento escencial donde la caida del rey, será inevitable para ponerle fin a este juego, pero darle comienzo a un nuevo comienzo.
Su boca prohibida se vuelve humeda, mis labios no reaccionan, solo se separan intentando tomar el coraje necesario para enfrentar los suyos. Nuestros cuerpos son un iman, que se atraen, mi mano firme sostienen su antebrazo, aferrandome a su cuerpo de cualquier forma, buscando esa conexión. Su cuerpo se aquieta, y el mio se llena de calor. Me desprendo lentamente, imaginando que en ese instante, su mano atrapa la mia, pidiendome que me quede alli, junto a él.
Su rostro se tensa, conteniendo el deseo que crece a diario. Sosteniendo aquel papel de hombre inalcanzable, que todo lo tiene. Pero por dentro, se desmorona por juntar sus labios con los mios, devorarlo y disfrutar de ese instante tan preciado.
Marca su territorio, diambulando de un lado al otro, visible para todos, pero especialmente para mi.
Desea encantar al resto, y conmigo no puede. Es todo lo contrario. Parece gozar de su actuar. Yo disfruto de esta partida, que aún no ha terminado, me queda un movimiento escencial donde la caida del rey, será inevitable para ponerle fin a este juego, pero darle comienzo a un nuevo comienzo.
Canción: Piel Canela
Artista: Andres Cepeda
BLOG | Chica con ojos de ayer - De Florencia Lema